Los Eruditos Que Revivieron a un León


Había una vez cuatro brahmanas que eran íntimos amigos. Tres de ellos se habían convertido en sabios altamente eruditos en todos los aspectos de las escrituras y la moralidad, pero carecían de sentido común. El cuarto, sin embargo, aunque no era tan erudito, era no obstante muy sensato y era conocido como Sentido Común.
Un día, mientras los cuatros se hallaban discutiendo juntos, llegaron a la decisión de viajar. “¿De qué sirve todo nuestro conocimiento si no lo empleamos en el servicio de algún rey o príncipe?” dijo uno de ellos.
“Sí”asintió otro. “De este modo ganaremos muchas riquezas para nosotros mismos.”
Entonces los cuatro pronto partieron en un viaje a tierras extranjeras. Después que hubieron avanzado algo, uno de los eruditos brahmanas empezó a preguntarse porqué habían traído a Sentido Común. “No posee ningún conocimiento como nosotros. ¿Entonces qué provecho hay en que él venga con nosotros?”
Otro de los eruditos concordó. “Tienes razón. Él debería regresar.”
Pero el tercer erudito no estaba de acuerdo. “No, esta no es la forma que debemos actuar. Hemos sido todos amigos desde la infancia, ¿Por qué entonces deberíamos separarnos ahora? ya que se dice,
Solo un hombre de mente malvada dirá,
‘Esto es todo mío.’
La manera generosa y liberal
Es ver a todos como la familia.”
Los otros dos eruditos aceptaron el argumento de su amigo y los cuatro siguieron su camino. Después de poco tiempo, llegaron a una pila de huesos en el suelo.
“Ahora podemos practicar lo que hemos aprendido” dijo un erudito. “Revivamos a esta criatura.”
“Sí, hagámoslo” concordaron los otros dos, pero Sentido Común no estaba seguro. Observó los huesos, preguntándose qué tipo de criatura había sido. “Sólo observen cómo soy capaz de recrear el esqueleto. Parece que fue un león.”
El segundo erudito dijo, “Y yo le puedo dar carne y sangre.”
“Y yo puedo darle un soplo de vida de vuelta en él” agregó el tercero.
“Tontos” dijo Sentido Común. “¿Bromean? ¡Esto es un león! Nos matará a todos.”
“¿Cómo te atreves a cuestionarnos?” dijo el tercer erudito. “¿Deseas que mis conocimientos sean inútiles como tú? No seas tan celoso.”
“Hagan lo que quieran” dijo Sentido Común. “Pero antes de demostrar tus conocimientos, por favor déjame trepar a aquél árbol.” Sentido Común entonces rápidamente trepó a un alto árbol y observó los procedimientos de más abajo.
El segundo erudito comenzó a cantar sus mantras y súbitamente el cuerpo del león reapareció en el suelo. “¡Sólo observen!” Gritó triunfalmente.
“Eso no es nada” dijo el tercer erudito. “Observen esto.”
Entonces empezó a cantar mantras y a pasar su mano sobre el cuerpo del león. De repente sus ojos se abrieron y se levantó. Con un gran bramido saltó hacia los tres eruditos y los mató a todos. Sentido Común permaneció silenciosamente sentado en el árbol hasta que el león se fue y luego bajó y se fue a su casa.
Buscador de Oro concluyó su historia. “Entonces lo ves, el sentido común es mejor que el mejor de los conocimientos, como lo ciertamente otra historia lo ilustra.”
Buscador de Oro entonces narró a su amigo otra historia.