El Consejo No Deseado del Loro


Había una vez un loro que vivía en lo profundo del bosque sobre las ramas de un amplio árbol baniano. Mientras se encontraba un día en su nido resguardándose de un frío viento, llegó a su árbol una tropa de monos. Llevaban con ellos unos cuantos frutos rojos brillantes que pensaban podían proporcionarles calor. Apilando estos frutos, comenzaron a soplar sobre ellos, esperando que ardieran. Viendo esto, el loro voló hacia abajo y dijo, “Criaturas tontas, ¿Cómo obtendrán fuego de estas frutas? Dejen de desperdiciar su energía.”
Uno de los monos más viejos replicó, “Tú tampoco debieras desperdiciar tu aliento. Nunca debe darse un consejo cuando no es solicitado. Un hombre sabio no aconseja principalmente a uno que ha fracasado en su trabajo o un jugador que está perdiendo su dinero.”
Pero el loro no hizo caso de las palabras del mono. Continuó tratando de aconsejar a los otros monos. Finalmente, enfurecido por su constante cotorreo, uno de los monos se estiró hacia arriba y aferró al loro. Lo estrelló en una roca y lo mató.
Cuidadoso concluyó su relato. “Así se dice que el buen consejo cae en oídos sordos cuando es ofrecido a los necios.” Como dicen los Vedas,
El consejo ofrecido a los truhanes
Solamente los enfurecen,
Tal como alimentar a serpientes
Simplemente incrementa su veneno.

Moraleja: Nunca aconsejes a los necios
Cuidadoso entonces le dijo a Astuto, “Sin duda tú eres excesivamente inteligente. Esto te llevará únicamente a tu pena, tal como lo hizo con Mente-oscura, quien intentó engañar a Mente-correcta. Escúcha mientras relato la historia.”