El Chacal que fue Criado por una Leona


Había una vez un león que vivía con su compañera en lo profundo del bosque. A su debido tiempo, la leona dio a luz dos cachorros mellizos, a quienes ella comenzó a criar con gran amor y atención.
Cada día el león salía a cazar, trayendo de regreso comida para su familia. Un día, no obstante, no tuvo éxito y no pudo encontrar ningún animal para matar. Pero al dirigirse a su casa, se encontró con un chacal bebé.
“Oh, que pequeña criatura” dijo. “¿Cómo puedo matarla? de todos modos apenas es un bocado. La llevaré viva para mi esposa.”
El león entonces levantó cuidadosamente al chacal y lo llevó a su guarida. Colocándola frente a su esposa, dijo “Este no debe ser matado. Está indefenso, y como dicen los Vedas,
Incluso si te enfrentas con un gran peligro,
Nunca trates de golpear
A mujeres, niños, santos y brahmanas,
Más aún cuando dependen de ti.
Más aún la criatura es como nosotros, con dientes y garras. Por lo tanto, querida esposa, prodiga bondad sobre él.”
La leona aceptó al bebé chacal como su hijo y lo alimentó con su leche. Gradualmente creció junto a los dos cachorros de león y ninguno de ellos se daba cuenta de la diferencia de especies. Se aceptaban mutuamente como hermanos.
Un tiempo después, mientras el chacal y los cachorros estaban jugando en el bosque, vieron a un elefante que venía hacia ellos. Viéndolo, los cachorros temblaron de ira. “¡Quien es este advenedizo que viene hacia nosotros!” exclamaron. “Matémoslo enseguida.”
Pero el joven chacal dijo, “Esta poderosa bestia es nuestro enemigo. De ninguna manera debemos enfrentarlo.”
Entonces salió corriendo y huyó. Los jóvenes leones estaban desanimados por el comportamiento del hermano y ellos también regresaron a la guarida. De verdad se dice que un valiente luchador puede disparar contra un ejército entero, pero un tembloroso cobarde puede quebrar el espíritu de muchos otros guerreros.
Cuando llegaron a la cueva, los leones se burlaron de su hermano y le contaron a su madre lo que había sucedido. “No podía huir lo suficientemente rápido” dijeron.
Escuchando esto, el chacal se enfureció. ¿Cómo se atrevían a insultarlo de tal manera? Le dijo a la leona, “Madre, ¿Vas a dejar que hablen de esta forma? ¿Quién piensas que son?”
“Bueno bueno, mi querido, deberías respetar a tus hermanos” respondió.
“¡De verdad! ¿Y dejarlos que se burlen de mi? ¡Jamás! ¿Piensas que soy inferior a ellos en aprendizaje, belleza, coraje y destreza? Tengo ganas de matarlos ahora mismo.”
La leona entonces llevó al chacal aparte y le contó la verdad sobre su origen. “Tú puedes tener muchas buenas cualidades, querido hijo, pero provienes de un linaje donde no se matan a los elefantes.”
Entonces le dijo que mejor se fuera y regresara junto con los de su propia especie, antes que los cachorros crezcan y se dieran cuenta que es un chacal. “Entonces sin duda te matarán.” Le advirtió.
El chacal estaba aterrorizado y se escabulló sigilosamente para reunirse con los otros chacales del bosque.
Moraleja: No trates de actuar más allá de tus habilidades
“Y así” concluyó el rey, “tú también, mi querido alfarero, mejor regrésa con tu propia gente antes que los guerreros descubran la verdad y te maten.”
Boca Roja permanecía bien arriba en su árbol mientras narraba las historias. Se burló de Dientes Terribles. “Tonto. Estás listo a cometer un gran pecado solo por una mujer. ¿Es que no has escuchado la historia del brahmana que abandonó a su familia y la mitad de su vida por una mujer, solo para ser engañado por ella de todas maneras?”
“No” dijo el cocodrilo y Boca Roja le contó la historia.