La Revancha del Gorrión


Había una vez un par de gorriones que vivían en lo más profundo del bosque. Se construyeron un magnífico nido en las ramas de un alto árbol. A su debido tiempo la hembra puso sus huevos y sus vástagos desempollaron.
Un día, un inmenso elefante, enloquecido por la fiebre de primavera, pasó por aquél árbol buscando sombra del caliente sol, empujó hacia arriba sus ramas y quiso el destino que tirara el nido de los gorriones, matando a las jóvenes aves.
El gorrión hembra estaba devastada. Se lamentaba lastimosamente. Un amigo de ella, un pájaro carpintero, la escuchó llorar y voló hacia abajo para consolarla.
“Querida gorriona, ¿porqué lloras tanto? ¿Es que no has estudiado los Vedas? El sabio no se lamenta por los muertos, debido a que saben que los cuerpos de todos los seres deben morir, pero el alma continúa viviendo para siempre. Regodearse en el dolor solo trae más dolor.”
“Puede que sea así, pájaro carpintero, pero mi dolor me quema más allá de lo tolerable. Ansío vengarme del malvado elefante que mató a mis hijos.”
“Eso es otra cosa. Quizás yo pueda ayudarte con eso. Un amigo es solo merecedor del nombre si está contigo cuando estás afligida. Escucha entonces mi sugerencia.”
El pájaro carpintero esbozó su plan. “Tengo otra querida amiga, una jején llamada Dulce Sonido. Pienso que con su ayuda podremos hacer algo con este elefante.”
Rápidamente el pájaro carpintero voló a ver al jején. Cuando llegó allí él dijo, “Gentil dama, busco un favor. Una amiga mía, Gorriona, se le han muerto todos los hijos debido a un despiadado elefante. Necesito tu ayuda para poder vengarnos de esta bestia.”
“Por supuesto. ¿Qué más puedo decir que no sea “sí”? Soy tu amiga. Pero vayamos también junto a otro amigo mío, una rana llamada Nube Luminosa. Pienso que su ayuda será invalorable.” El pájaro carpintero y el jején entonces buscaron a la rana, y los tres fueron donde la gorriona que estaba esperando.
“Esto es lo que haremos” dijo la rana Nube Luminosa. “Dulce Sonido, tú ve junto a este elefante enloquecido por la pasión y zúmbale al oído. Tu música lo tranquilizará y lo hará cerrar los ojos de placer. Luego tú, pájaro carpintero, vas y le picoteas rápidamente los ojos. Yo estaré parado en el borde de un empinado precipicio y cantaré mi canción. El enloquecido y ciego elefante entonces vendrá hacía mí, pensando que el agua fresca se halla en esa dirección. Luego caerá a su muerte.”
A la mañana siguiente el jején y el pájaro carpintero siguieron el plan cuidadosamente, y el elefante se tambaleó de un lado al otro ciegamente hasta que el calor del sol del mediodía lo hizo sentirse sediento. Nube Luminosa entonces comenzó con su llamado, y el elefante se tambaleó hacia él, solo para caer al precipicio y perecer.
“Así es como a través del trabajo en equipo pueden conseguirse grandes cosas que nunca podrían ser logradas individualmente” concluyó Devota.
Moraleja: Con el trabajo en equipo se logran grandes cosas
“Tienes razón. Convocaré a los otros pájaros” contestó Pies Estirados.
Cuando todos los pájaros escucharon la triste historia de Devota, aceptaron ayudar. Empezaron a picotear furiosamente el océano, tratando de secarlo. Lo intentaron por varios días sin absolutamente ningún éxito. El océano rodaba hacia la orilla, vasto e impasible.
“Esto es inútil” dijo al fin uno de los pájaros. “Tengo una idea. Busquemos ayuda de Garuda, el rey de todas las aves.”
Todos los pájaros accedieron. Garuda sin duda sería más que un igual para el océano. Partieron hacia la montaña donde vivía y buscaron su presencia. Cuando lo encontraron, relataron la historia de los huevos de Devota. Garuda entonces dijo, “Lo siento profundamente por esta gorriona. Castigaría enseguida al océano, pero él tiene sus órdenes de mi propio amo, Vishnu. Efectivamente, todas las cosas creadas actúan estrictamente según la naturaleza que el Señor les ha otorgado. ¿Qué puedo hacer yo entonces?”
Mientra Garuda hablaba, un mensajero de Vishnu vino hacia él y dijo, “Tu amo requiere de tu servicio. Por favor ve rápidamente al cielo adonde Él espera.”
La cabeza de Garuda cayó. Suspiró y dijo al mensajero, “Iría en seguida, pero tengo un problema difícil de resolver. Por favor informa a mi Señor Vishnu que no soy Su digno sirviente.”
“¿Qué ocurre?” preguntó el mensajero, quien podía notar que Garuda parecía disgustado de alguna manera con Vishnu. “¿Alguna vez tu amo te ha herido de alguna forma?”
“Nunca, pero el océano, orgulloso de la fuerza que el Señor le ha dado, ha robado arrogantemente los huevos de esta pobre gorriona, quien ahora busca mi refugio.”
Garuda le dijo al mensajero que no se sentía capaz de ir junto a Vishnu hasta que hubiera solucionado el problema de la gorriona. Cuando Vishnu escuchó esto decidió ir a ayudar a Su querido sirviente Garuda. Salió en seguida y rápidamente llegó al lugar donde los pájaros estaban reunidos. Viéndolo allí, Garuda se inclinó hasta el suelo y dijo, “Mi Señor, perdóname. El malvado océano ofendió gravemente a una pobre y débil súbdita mía. Yo me habría encargado y lo hubiera secado, pero por deferencia a Ti, no lo he hecho así.”
“Lo que ha hecho el océano no es aprobado por Mí” replicó Vishnu. “Oh poderosa ave, aunque, como tú, el océano es mi sirviente, es mi deber como amo castigarlo. Su acción de robar los huevos fue cruel e inaceptable.”
El Señor Supremo entonces formó una flecha de fuego en Su arco y la apuntó al mar. En seguida apareció el dios del océano y regresó personalmente los huevos de la gorriona.
“Entonces así fue que un simple gorrión fue capaz de vencer incluso al poderoso océano, quien no había valorado apropiadamente su fuerza” concluyó Astuto.
Moraleja: Nunca te des por vencido
“Creo que comprendo lo que quieres decir” dijo Retozón. “Dime amigo ¿Cómo piensas que Melena dorada mostrará su agresividad hacia mí?”
“Bueno, como tú sabes, normalmente se tiende tranquilamente en alguna roca plana, con el cuerpo relajado. No obstante, si observas que está parado en tensión, su orejas levantadas, su cola hacia arriba y sus ojos observándote constantemente, entonces sabrás que la traición llena su mente.”
Satisfecho con su trabajo, Astuto entonces se marchó y regresó junto a su hermano. Cuidadoso le preguntó “¿Qué has conseguido, hermano mío?”
“Las semillas de la desunión entre Retozón y Melena dorada han sido muy bien sembradas. Pronto veremos el resultado.”
“Ya veo” dijo Cuidadoso. “Cuan cierto es el siguiente dicho,
La discordia, si es bien plantada,
Divide incluso a hombres leales,
Tal como un río que corre
Dividirá la montaña más poderosa.”
“Ahora vayamos junto a ver a Melena dorada y veamos que pasa” dijo Astuto y los dos chacales fueron hacia la cueva del león.
Al mismo tiempo, Retozón estaba justo acercándose a Melena dorada. Se le acercó sigilosamente. Su mente era un torbellino. Temblaba de miedo. ¿Por qué se había hecho amigo de Melena dorada en primer lugar? Debería haberlo sabido. Los reyes son exactamente iguales a casas con serpientes que habitan en ellas, o bosquecillos de aspecto placentero llenos de bestias feroces. Los hombres malvados siempre les mienten distorsionando sus mentes.
Melena dorada observaba a Retozón de cerca a través de ojos como ranuras. Al acercarse el toro, el león de repente saltó sobre él y empezó a desgarrar su cuerpo. Retozón lo lanzó lejos y cargó hacia él con los cuernos hacia abajo, corneándole en la panza. Ambos estaban enfurecidos y tuvo lugar una feroz batalla.
Cuidadoso entonces empezó a recriminar a Astuto. “¡Esto no está bien! ¡no está bien!¿Por qué has ocasionado tanto problema? Estos dos eran los mejores amigos, y mira ahora. Sin duda se matarán uno al otro. Esto no es una buena política. Un experto ministro no necesita causar la guerra. Él resuelve problemas únicamente mediante la diplomacia.”
Cuidadoso miraba consternado a los ferozmente enfrentados enemigos, quienes parecían un par de árboles en plenitud mientras rodaban unos contra otros para darse violentos golpes. Regresó junto a su hermano y dijo “¿De qué sirve toda tu sabiduría? El conocimiento que no da como resultado el buen comportamiento ha sido inútilmente adquirido. Ciertamente, el mismo conocimiento que hace bondadoso a un hombre sabio solo sirve para hacer arrogante a un tonto.”
Cuidadoso observó que Melena dorada estaba controlando la batalla. Se dirigió de nuevo a Astuto, “Incluso si el rey gana esta batalla, ¿Cuál será el beneficio? Él entonces te conservará, un malvado y embustero chacal, como su ministro. Todos los hombres buenos lo rechazarán, así como uno rehuiría de un fresco lago lleno de cocodrilos. Ay, ¿Pero de que sirven mis palabras para ti? El consejo nunca debiera ser dado a los tontos. Esto fue observado en el caso del loro que aconsejó al mono. Escúchalo de mí.”