Las Aves Elijen un Rey


Una vez hubo una gran reunión entre todas las aves. Viniendo juntas de a cientos de miles, habían gansos, palomas, pavos reales, alondras, loros, cuervos, lechuzas, perdices, pájaros carpinteros y todo tipo de ave que pueda imaginarse. Estaban reunidos para determinar quien iba a ser su rey.
“Sin duda la gran águila Garuda es nuestro rey” dijeron. “No obstante, nunca lo vemos. Está siempre ocupado sirviendo a Vishnu. Necesitamos un protector aquí en la tierra. Es verdad cuando se dice,
Un maestro de mal carácter,
Un sacerdote que no sabe los rituales,
Un rey que no ofrece protección,
Una esposa que habla duramente,
Un granjero que le gusta la ciudad,
Y un trabajador que ansía riquezas:
Estos seis deberían ser dejados de lado.
Mirándose entre ellas, las aves finalmente se decidieron por la lechuza. “Él posee sabiduría y poder. Permítanle entonces que sea instalado como nuestro rey.”
En seguida se hicieron las diversas preparaciones. Agua de ríos sagrados fue buscada para ungir al nuevo rey y se dispuso un trono. Aves eruditas comenzaron a cantar mantras Védicos y los tambores fueron batidos.
Justo entonces, un cuervo voló dentro de la reunión. Viendo aquella vasta concurrencia de aves se preguntó que estaba pasando. “¿Es esto algún gran festival? Quizás obtenga algunos ricos comestibles.”
El cuervo entonces descendió cerca del trono, donde la lechuza había tomado su lugar debidamente. Viendo aquél cuervo, las otras aves comenzaron a hablar entre ellas. “Aquí está el cuervo. De todos nosotros, él sin duda es el más sagaz. Pidámosle su opinión. Una política adoptada después de una rigurosa consulta nunca fallará.”
Entonces le preguntaron al cuervo qué pensaba acerca de la prevista coronación.
El cuervo lanzó una fuerte carcajada. “¿Tienen planeado convertir a la lechuza en nuestro rey? ¿Hablan en serio? ¿Proponen que esta criatura bizca y ciega de día de apariencia repugnante sea nuestro líder? Pienso que no. De nariz ganchuda, que emite gritos feroces y salvajes por naturaleza -¿Qué buenaventura se puede esperar si él es el rey?”
El cuervo sugirió que no había necesidad de instalar a un rey mientras Garuda viviera. “Un líder es suficiente. Ciertamente, tener más de un rey es la receta para el desastre. Incluso si no se halla presente, la sola mención de su nombre es suficiente para atemorizar a los agresores. Solamente mediante estos medios las liebres vencieron a los elefantes.”
“Oh, ¿Cómo sucedió eso?” preguntaron las aves y el cuervo contó el cuento.