El Estúpido Tejedor


Había una vez un tejedor llamado Estúpido que vivía en un cierto pueblo. Un día, mientras estaba trabajando fuera, su telar se rompió. Queriendo repararlo, tomó un hacha y se dirigió fuera del pueblo, en busca de un árbol para cortar.
Después de deambular por algún tiempo, encontró un árbol de magnífico aspecto que crecía cerca en la orilla del mar.
“Este servirá muy bien” dijo y levantó su hacha listo para comenzar a cortar.
Pero súbitamente escuchó una voz proveniente del árbol. “¡Detente! No cortes este árbol.”
“¿Quién eres?” preguntó Estúpido sorprendido.
“Soy el espíritu que vive en este árbol. Este es mi hogar. Vivo acá pacíficamente, disfrutando de las frescas brisas que trae el rocío del mar.”
“Oh espíritu del árbol, este árbol parece ideal para mis propósitos. Preciso madera para hacer mi telar. ¿No puedes hallar otro árbol dónde vivir?”
“No, señor. Me gusta este árbol. Pero si lo dejas en paz, te concederé un deseo. Dime que te gustaría.”
Estúpido pensó por unos minutos. “Muy bien, pero no estoy seguro sobre qué pedir. Déjame ir a casa y consultar con mi amigo y mi esposa. Volveré pronto.”
El espíritu del árbol accedió y Estúpido regresó nuevamente. Al entrar a su pueblo, se encontró con su buen amigo, el barbero. Luego de contarle lo que había sucedido y pedir su consejo, el barbero dijo, “Pide un reino. Yo seré tu primer ministro. Juntos podemos disfrutar las buenas cosas de este mundo y luego ir a regiones más elevadas de felicidad después de la muerte.”
“Buena idea” dijo Estúpido. “Sólo le preguntaré a mi esposa que opina y luego regresaré junto al árbol.”
El barbero aferró el brazo de Estúpido. “¿Qué? ¿Tu esposa? Definitivamente no es una buena idea. Ningún hombre debería ser gobernado por una mujer.”
Estúpido entonces fue a su casa y contó a su esposa todo lo que había sucedido. Cuando la mujer escuchó el consejo del barbero dijo, “Esto no está bien. El consejo de los muchachos, bardos, barberos, hombres de casta inferior y vagos trovadores no deben ser tomados en serio. ¿Qué deseas con un reino? No es nada más que problemas. ¿No has escuchado el siguiente proverbio?
Hasta los hijos y hermanos de un rey
Lo matarán para ganar su trono.
Por lo tanto deja el gobierno para otros
Si deseas que te dejen tranquilo.”
La esposa de Estúpido continuó, “Un rey lleva onerosas responsabilidades y se enfrenta a amenazas de todas las direcciones. Nunca más tendremos paz. No pidas, entonces, tal cosa.”
Estúpido se convenció por los argumentos de su esposa. “Muy bien, mi querida. ¿Entonces qué debo pedir?”
“Bien, actualmente tejes un largo de tela por día y vendemos eso por suficiente dinero para que podamos sobrevivir. Si, no obstante, fueras capaz de tejer dos largos por día, entonces tendríamos más que suficiente. Pienso entonces  que debes pedir por otro par de brazos y una cabeza más.”
“¡Gran idea!” dijo Estúpido. “Me iré ahora y haré exactamente eso.”
Entonces regresó junto al árbol y pidió su deseo. “Por favor concédeme dos brazos más y una segunda cabeza.”
“Entonces que así sea” dijo el espíritu del árbol y a Estúpido le crecieron inmediatamente los brazos y la cabeza.
Entonces comenzó a caminar felizmente de regreso. Pero al entrar a su pueblo, la gente lo miraba con miedo. “Este sin duda es un demonio” decían y empezaron a apedrear pegarle con palos a pobre Estúpido, hasta que cayó muerto.
Moraleja: Escucha el consejo de los amigos.
Porta Rueda terminó su relato en tono fúnebre. “Soy tal como el tonto Estúpido. Mira como estoy ahora.”
“Es muy triste” dijo Buscador de Oro. “La lujuria y la codicia son los enemigos más terribles del hombre. El rey Chandra aprendió esto para su gran pesar.”
“Oh, cuéntame más sobre este rey” dijo Porta Rueda y Buscador de Oro narró la historia.