La Infiel Esposa del Carpintero


En una cierta ciudad vivía un carpintero cuya esposa tenía una muy mala reputación. A menudo se la veía hablando con otros hombres. un día el carpintero decidió ponerla a prueba. Entonces le dijo a su esposa, “Mi queridísima, mañana dejaré la ciudad por algunos días, por negocios. Por favor empaca mis cosas.”
La mujer temblaba de excitación. Esta era la oportunidad que estaba esperando. Empacando cuidadosamente las ropas de su esposo, pensaba en su amante. Al día siguiente, después que el comerciante se había marchado, pasó casi todo el día vistiéndose y acicalándose. Entonces fue a ver al adúltero y le dijo, “Ven esta noche a mi casa. Mi esposo, bueno para nada, se ha marchado por algunos días.”
Pero el carpintero, después de marcharse, durante todo el día espero en el bosque. Por la tarde, se deslizó silenciosamente dentro de su casa por la puerta de atrás y se escondió bajo su cama, esperando ver que sucedería.
Cuando cayó la noche, el amante vino a la casa del carpintero. Entró a la alcoba y se sentó en la cama, esperando a la esposa del carpintero. Debajo de la cama el carpintero hervía de furia. Se preguntaba si debiera salir y enfrentar al amante inmediatamente. Pero se contuvo. Él primero deseaba tener alguna clara evidencia de la culpa de su esposa.
Unos pocos minutos más tarde, su esposa con la cara decorada con finos cosméticos, entró a la habitación. Pero al aproximarse a la cama, vio los pies de su esposo sobresaliendo por debajo. “Ah” pensó. “Así que éste es su juego ¿no? Me está vigilando. Bien, yo le mostraré.”
Se sentó en la cama, absorta en pensamientos sobre qué hacer. Su amante entonces dijo, “Acércate, abracémonos.”
La mujer entonces juntó las palmas y dijo, “No, Noble señor, no deberías tocarme.”
“¿Qué?” exclamó el amante. “¿Que no te toque? ¿Entonces porqué diablos me pediste que venga aquí?”
“Oh, déjame explicarte. Esta mañana temprano fui al templo de la Diosa Durga. Mientras le estaba ofreciendo adoración, súbitamente escuché una voz que me decía, ‘Querida hija, tú eres mi devota y por lo tanto debo advertirte sobre algo. Dentro de seis meses, estás predestinada a ser una viuda.’
“Yo estaba horrorizada y le dije a la diosa, ‘Gran Deidad, por favor qué puedo hacer. ¿Existe alguna manera que yo pueda evitar que ocurra esto?’”
“Hay una manera” contestó la diosa, “pero debes hacerlo en seguida sin dudar.”
“Lo que sea. Solo dime, Oh Divina Dama. Renunciaría a mi vida por mi esposo si fuera necesario.”
La diosa entonces me dijo que debo yacer con otro hombre. “De esta forma, la muerte antes de tiempo que amenaza a tu esposo pasará al otro hombre y tu esposo vivirá por cien años.”
Mientras hablaba la mujer guiñó un ojo a su amante y apuntó a su esposo debajo de la cama. Entendiendo lo que estaba sucediendo, el amante sonrió ampliamente. Él entonces abrazó a la mujer y disfrutaron juntos los deleites del amor. Cuando terminaron, el esposo salió de su escondite y los elogió a ambos.
“Mi querida esposa, ¡eres tan devota a mí! Y buen señor, ¿Qué puedo decir? Te debo mi vida.” Él entonces los levantó a ambos sobre sus hombros y fue a la ciudad, cantando sus alabanzas a todos.
Moraleja: Un tonto tolerará cualquier acto vil
“De esta manera un tonto mirará un acto abominable ejecutado justo frente a sus ojos y aún no hará absolutamente nada” dijo Ojo Rojo. Miró a Destructor del Enemigo, “Mi Señor, no invites a la ruina por seguir el consejo de tontos.”
Pero Destructor del Enemigo había sido influenciado por las palabras de sus otros ministros. Él les ordenó que levantaran a Larga Vida y que lo trajeran a la cueva en la montaña.
Larga Vida dijo entonces, “Poderosa lechuza, ¿De qué te sirvo yo en mi estado presente? Mejor que muera. Por favor enciende un fuego y me arrojaré a él.”
Ojo Rojo pudo entender que Larga Vida estaba complotando una intriga. Sonrió y dijo, “¿Y por qué quieres quemarte a ti mismo, buen señor?”
“Bueno, por causa de las lechuzas yo fui reducido a este estado por Sombra de Nube. Ahora deseo sacrificar mi cuerpo y luego nacer como lechuza. Entonces podré vengarme de él.”
“Tus palabras son como néctar mezcladas con veneno” dijo Ojo Rojo. “Parecen deliciosas, pero esconden un horrendo propósito. De cualquier manera, nunca serás una lechuza. Tu verdadera naturaleza es la de un cuervo y seguirá siendo así. Déjame contarte acerca de la doncella ratón.”