El Casamiento de la Doncella Ratón


En las riberas del Ganges había una ermita de sabios sumamente austeros. Pasaban sus días en oración y meditación, vistiendo solo taparrabos y tomando muy poca comida. Su líder era un hombre santo llamado Kashyapa y todos los días iba al río a tomar su baño y ejecutar sus labores de adoración.
Un día, mientras estaba parado junto al río a punto de beber un sorbo de sus sagradas aguas, un diminuto ratón bebé cayó del pico de un águila justo en la palma de sus manos. Salió del río y colocó suavemente a la criatura en un pliegue de sus ropas. Considerándose el guardián del ratóncito, pues no tenía otro protector. Usó sus poderes místicos para transformarlo en una pequeña niña.
El sabio luego regresó a su ermita y dijo a su esposa sin hijos, “Bondadosa dama, por favor ten esta niña que la Providencia nos ha dado. Edúcala como tu propia querida hija.”
La esposa estaba complacida  y comenzó a criar a la niña con amor y cariño. Los años pasaron y la muchacha llegó a la pubertad, aún bajo el cuidado de Kashyapa. Su esposa entonces se acercó a él y le dijo, “Mi señor, nuestra hija está pasando la edad de casamiento. Por favor encuéntrale un marido.”
“Sí, ciertamente que lo haré” respondió el sabio. “Ninguna muchacha debe comenzar su menstruación antes de estar casada. Por esta razón hombres sabios han dicho que los esponsales pueden tener lugar para las muchachas incluso a los ocho años de edad. Pero el esposo correcto debe ser cuidadosamente seleccionado.”
El sabio pensó intensamente. Su hija estaba altamente calificada, había sido entrenada en todas las habilidades femeninas descritas en los Vedas. Él también le había enseñado las ciencias espirituales y otras ramas del aprendizaje. Ella necesitaba un esposo igualmente calificado.
“Convocaré al dios sol” dijo Kashyapa, después de pensar por un tiempo. “Sin duda es un partido apropiado.”
El sabio entonces permaneció en meditación e invocó al dios sol, quien apareció inmediatamente ante él.
“¿Por qué he sido convocado, su santidad?” El dios permanecía parado respetuosamente con las manos juntas.
“Te busco como el esposo de mi hija” contestó el sabio.
Kashyapa entonces giró hacia su hija y dijo, “Querida niña, ¿Te gusta como esposo este bienaventurado señor de ilimitados rayos?”
“¿Éste? No, Padre. Él está hecho de ardiente calor y es terrible de contemplar. Por favor encuentra alguien superior a él.”
Kashyapa preguntó al dios sol, “¿Quién es superior a ti, O poderoso dios?”
“Bueno, a menudo soy cubierto por Nube. ¿Por qué no le preguntas?”
Kashyapa entonces convocó a Nube quien pronto apareció ante él. El sabio le dijo a su hija, “¿Te gusta este pretendiente?”
“No, Padre. Él es oscuro, húmedo y pesado. Por favor cásame con alguien mejor que él”.
Kashyapa le dijo a Nube. “¿Quién es más grande que tú?”
“El Viento es mucho más grande que yo” contestó Nube.
El sabio convocó al dios de los vientos quien rápidamente llegó ante él. “¿Aceptarás este dios como tu esposo?” preguntó a su hija.
“Oh, no puedo. Él es inquieto e incontrolable. Por favor elige un hombre mejor para mí.”
El sabio preguntó al dios del viento quien era mejor que él y él contestó, “La Montaña es más grande que yo.”
Convocando a la Montaña, el sabio le dijo a su hija. “Aquí esta la poderosa Montaña. ¿Lo tomarás como esposo?”
“No, él no me complace. Él tiene un corazón de piedra y es muy arrogante. Encuentra alguien mejor.”
El sabio entonces le dijo a la Montaña, “¿Quién es mejor que tú?”
“El ratón es superior a mí” contestó la Montaña. “Él está siempre haciendo agujeros en mí por todas partes.”
Kashyapa entonces trajo a un ratón ante su hija y le dijo afectuosamente, “Mi querida hija, ¿Te complace este ratón?”
La muchacha se sintió contentísima. Aquí por fin había un buen partido, uno de su propia clase. Juntó las manos. “Oh sí Padre. Él es perfecto. Por favor conviérteme en un ratón para poder casarme con él.”
El sabio sonrió y mediante su místico poder cambió a la muchacha de vuelta a un ratón.
Moraleja: No se puede cambiar la naturaleza de uno
“Entonces lo ves” dijo Ojo Rojo ” uno no puede renunciar a su naturaleza. Tú eres un cuervo y así permanecerás, nuestro jurado y natural enemigo.”
Pero ninguna de las otras lechuzas hizo ningún caso a Ojo Rojo. Siguiendo las instrucciones de Destructor del Enemigo, se llevaron a Larga Vida a su cueva. “Cuídenlo bien” dijo Destructor del Enemigo. “Denle cualquier habitación que prefiera de nuestra fortaleza, ya que él es nuestro partidario.”
Larga Vida protestó. “No, su Majestad. No soy adecuado para morar entre ustedes. Permíteme vivir justo en el portón de tu fortaleza. Allí puedo servirte muy bien, con mi cuerpo santificado por el polvo levantado por tus pies cuando entres y salgas.”
Ojo Rojo hizo una mueca de dolor, pero Destructor del Enemigo asintió y Larga Vida comenzó a vivir al lado de la entrada de la cueva, pensando todo el tiempo en su próxima movida. Él se reía para sí mismo. “Solamente uno solo de estos ministros tiene sentido común. Si las lechuzas hubieran escuchado a Ojo Rojo, quien sin duda conoce la esencia de la buena política, no se enfrentarían a ningún peligro. Tal como es, están condenados.”
Todos los días los pájaros le traían a Larga Vida comidas selectas, y pronto se volvió robusto y fuerte. Ojo Rojo se preocupaba cada vez más. “En poco tiempo este cuervo pondrá en movimiento algún plan para destruirnos a todos” pensó. Decidió intentar convencer a las otras lechuzas una vez más.
Yendo a la corte de Destructor del Enemigo, Ojo Rojo dijo, “El cuervo nos ha engañado a todos, uno por uno. Es tal como la historia del pájaro que evacuaba heces de oro.”
Ojo Rojo entonces contó la historia.