El Brahmana y su Cabra


Una vez cierto brahmana llamado Buen Amigo fue a mendigar y le dieron una cabra como donación. Puso al animal sobre sus hombros y empezó a dirigirse a su hogar. Era un frío día y la lluvia caía sin cesar desde un cielo cubierto. Buen Amigo caminaba rápidamente hacia su casa en el siguiente pueblo.
Mientras caminaba fue visto por tres ladrones. “Aha, aquí viene un brahmana con una  gran cabra sobre sus hombros” dijo uno de ellos. “Quitémosela y podremos prepararnos una abundante comida para escapar a este frío.”
Los ladrones hicieron su plan y cuando el brahmana pasó al lado de ellos, uno de ellos saltó frente a él y dijo, “Santo señor, ¿Por qué te veo acarreando un perro sobre tus hombros? Sin duda tal impura criatura jamás debe ser tocada.”
El brahmana se enfureció. “¿Eres estúpido o qué? ¿No ves que es una cabra?”
“Perdón” dijo el ladrón, levantando las manos. “No te enfades. Como tú quieras, si tú dices que es una cabra entonces eso es lo que es. Buen día para ti.”
El ladrón se marchó y el brahmana continuó su camino. Pronto un segundo ladrón vino en frente de él y dijo, “Honorable brahmana, este ternero muerto puede haber sido muy amado por ti, ¿Pero porqué lo cargas sobre tus hombros? ¿No es que el contacto con un cadáver te vuelve impuro, de manera que necesitas ayunar por un día y bañarte en el Ganges?”
Buen amigo de nuevo se enfadó y regañó al ladrón. “¿Qué, otro ciego tonto? Mi buen hombre, esto no es un ternero. ¿No te das cuenta?”
“Está bien. No discutiré contigo, ya que eres un brahmana y mi superior.” Dijo el ladrón y se fue.
Desconcertado, el brahmana miró de cerca a la cabra. Sacudió la cabeza y siguió caminando. Al rato, se encontró con un tercer ladrón que le dijo, “¡Mi Dios! Un brahmana acarreando un asno. Rápido señor, baja esa asquerosa bestia antes que alguien más te vea con ella.”
El brahmana pensó que tres personas no podían equivocarse. El concluyó que la supuesta cabra que le habían dado debía ser un demonio capaz de cambiar de forma a voluntad. Dejando caer la cabra en seguida, huyó por el camino corriendo lo más rápido posible. Los tres ladrones, riendo a carcajadas, entonces se llevaron al animal.
Moraleja: Un plan bien trazado puede engañar a cualquiera
Larga Vida terminó su historia diciendo, “Vean entonces como cualquiera puede ser engañado mediante un plan bien trazado. De hecho, todos los hombres son embaucados por cuatro cosas: el entusiasmo de nuevos sirvientes, la lisonja de los visitantes o invitados, las lágrimas de cocodrilo de las mujeres, y la suave conversación de los tramposos de confianza.”
“Muy bien”dijo Sombra de Nube. “¿Qué plan o engaño podemos realizar aquí?”
“Como dije, necesitas un espía. Déjame hacerlo. Primero que nada, todos ustedes deben aparentar que me están atacando. Arránquenme algunas de mis plumas y mánchenme con sangre. Luego arrójenme fuera del árbol. Sin duda las lechuzas tendrán sus propios espías que atestiguarán esto e informarán a su líder.” Larga Vida dijo a Sombra de Nube que entonces el debería abandonar el árbol con todos los demás cuervos.” Vayan a esconderse a las Montañas Antílope y esperen hasta que regrese, habiendo triunfado en mi misión.”
Sombra de Nube hizo como se le indicó y después de una ruidosa pelea simulada, Larga Vida cayó del árbol y quedó tendido en el suelo, aparentemente herido. Los otros cuervos luego salieron volando todos juntos, llenando el aire con sus graznidos y ruidos de repiqueteo de alas. La reina lechuza, que estaba estacionada en un árbol cercano, vio esto y en seguida voló de regreso a su marido, Destructor del Enemigo, para contárselo.
Cuando se enteró de la noticia, Destructor del Enemigo brillaba de contento. “¡Qué buena suerte! Un enemigo dividido es un enemigo debilitado y un enemigo que huye es pronto vencido.”
Destructor del Enemigo ordenó a las lechuzas que fueran y se mudaran de inmediato al árbol de los cuervos. Cuando lo alcanzaron, no vieron ni un solo cuervo por ninguna parte. Destructor del Enemigo aterrizó en una elevada rama y se sentó allí muy satisfecho mientras sus bardos y poetas cantaban sus alabanzas.
“Ey, compañeras lechuzas, encuentren hacia donde fueron esos desgraciados cuervos. Vayamos tras ellos y matémoslos a todos.”
Larga Vida aún estaba al pie del árbol. Dijo para sí mismo, “No puedo permitir que las lechuzas se vayan de aquí sin verme. ¿No dice el proverbio?,
La primera señal de inteligencia
Es vivir bien a solas.
Y la segunda señal
Es finalizar una tarea que se comenzó.”
Él entonces comenzó a graznar débilmente. Escuchando esto, unas cuantas lechuzas se lanzaron en picada listas para matarlo. “Esperen un momento” dijo Larga Vida. “Soy el ministro de Sombra de Nube, he sido reducido a este miserable estado por él. Vayan junto a su rey y díganle que tengo mucho que decirle.”
Las lechuzas volaron hacia Destructor del Enemigo y él descendió del árbol para ver a Larga Vida. “¿Qué ha sucedido contigo?” exclamó al ver la condición lastimosa de Larga Vida.
Mi Señor, déjame explicar. Ayer, luego que tú y tus hombres habían matado una gran cantidad de cuervos, Sombra de Nube estaba dominado por una ira feroz. El malvado canalla estaba dispuesto a perseguirlos y sitiar tu fortaleza, cuando yo lo detuve.
“’No, su majestad’ le dije. ‘Esto no es sabio. ¿Conoces la primera ley de diplomacia? El débil nunca debe enfrentar al fuerte. Seremos como polillas volando hacia el fuego.’
“Yo sugerí que solicite la paz, ofreciéndote un tributo. Pero al escuchar esto se puso aún más furioso. Hizo que sus guardias personales me ataquen. Me golpearon hasta casi matarme para luego arrojarme fuera del árbol. Tú eres mi único refugio ahora, Oh gran señor.”
Larga Vida dijo que le mostraría a Destructor del Enemigo donde habían ido los cuervos. “Luego puedes lidiar con Sombra de Nube, el de corazón maligno.”
“Entiendo” dijo Destructor del Enemigo. “Tendré que consultar con mis ministros. Tú espera aquí.”
El rey lechuza entonces fue junto a sus cinco ministros, llamados Ojo Rojo, Ojo Feroz, Ojo de Fuego, Nariz Ganchuda, Oído Rampante y les preguntó su opinión.
Ojo Rojo habló primero. “¿Qué necesidad hay de miramiento alguno? Mata a este tipo sin demora. Se dice que un enemigo debilitado debiera ser completamente destruido, antes que recupere sus fuerzas y sea una real amenaza.”
Ojo Rojo también señaló que era imposible la amistad con cualquier cuervo. “Los hemos dañado muchísimo. ¿Cómo puede ahora existir alguna paz entre nosotros? Como dijo la serpiente, ‘Mira mi maltrecha capucha, mira la ardiente pira; una vez roto el amor, ¿Cómo puede ser reparado otra vez?’”
“Oh, ¿Qué quieres decir?” preguntó Destructor del Enemigo y Ojo Rojo se lo dijo.